Una situación de desgaste físico y emocional profundo puede provocar desequilibrios crónicos. Es en estos casos cuando la unión del estrés traumático y la quiropráctica tiene más sentido que nunca.
Debemos entender que la quiropráctica ejerce la función esencial de despertar nuestro potencial de sanación. Y gracias a ello, contribuye a restablecer el equilibrio en el sistema nervioso.
En este sentido, las personas afectadas por desastres naturales como, por ejemplo, la DANA de València, se enfrentan ahora a un estrés postraumático enorme. Un suceso de este calibre provoca un gran desequilibrio emocional.
Una tragedia así seguramente va a causar desequilibrios a nivel estructural, físico, psicológico y también en el sistema nervioso. Y más allá de tratar las dolencias musculares, en casos así es de vital importancia recuperar el equilibrio físico y emocional para evitar síntomas como:
- Tensión en la espalda y cervicales.
- Migrañas y alteraciones del sueño.
- Alteraciones digestivas.
- Ansiedad.
- Etc..
Relación entre estrés traumático y la quiropráctica
El sistema nervioso autónomo se divide en el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Ambos trabajan conjuntamente para mantener el equilibrio del cuerpo, conocido como homeostasis.
Los ajustes quiroprácticos ayudan a liberar interferencias en la columna, que juega un papel sustancial en la regulación del sistema nervioso autónomo. Cuando se produce un bloqueo o interferencia en el sistema nervioso a nivel de columna, lo llamamos subluxación vertebral. Dichos bloqueos surgen cuando al cuerpo le es difícil adaptarse al estrés.
Dicho de otra forma, para restablecer una óptima comunicación entre el cerebro y el cuerpo producido por un bloqueo, se realizan ajustes quiroprácticos.
Una vez entendido este concepto veamos qué son y qué regulan el sistema nervioso simpático y parasimpático.
Sistema Nervioso Simpático
La función del Sistema Nervioso Simpático consiste en preparar al cuerpo para actuar con rapidez frente a situaciones de estrés, peligro o alta demanda física. Es una respuesta de supervivencia del cuerpo conocida como «lucha o huida».
Su efectividad es evidente en situaciones de peligro inmediato. Sin embargo, si el sistema nervioso simpático permanece activo de manera crónica, por efecto de un estrés prolongado, puede provocar problemas físicos y mentales.
Qué ocurre cuando el Sistema Nervioso Simpático se activa. Posibles consecuencias.
Cuando entramos en modo alerta, el cuerpo reacciona de las siguientes formas:
- Aumenta la frecuencia cardíaca: así lleva más sangre y oxígeno a los músculos.
- Dilata las pupilas: mejora la visión en condiciones de alerta.
- Acelera la respiración: incrementa la captación de oxígeno.
- Inhibe las funciones no esenciales: la digestión y la función reproductiva pierden rendimiento.
- Libera adrenalina y cortisol: se liberan las hormonas que dan impulso extra de energía y alerta.
Cuando el individuo está sometido a una tensión permanente debido a un estrés que perdura en el tiempo algunas de las consecuencias pueden ser:
- Tensión muscular.
- Cansancio.
- Insomnio.
- Ansiedad.
- Presión arterial alta.
- Problemas digestivos.
- Ciclos menstruales irregulares y/o dolorosos.
- Etc.
Sistema Nervioso Parasimpático
El Sistema Nervioso Parasimpático es el contrapunto al Sistema Nervioso Simpático. Cuando se activa, el cuerpo percibe momentos de calma y relajación.
Su función principal es promover la recuperación, la regeneración y el mantenimiento de las funciones corporales con normalidad. Este sistema ayuda a descansar, a reparar el cuerpo y reponer energía después de sufrir estrés o una actividad intensa.
Qué ocurre cuando el Sistema Nervioso Parasimpático se activa
El cuerpo reacciona de la siguiente manera al entrar en un periodo de relajación y recuperación:
- Se reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial: así se logra un estado de calma.
- Estimula la digestión: permite la absorción de nutrientes y energía.
- Relaja la musculatura: favorece la recuperación física.
- Estimula el sistema inmunológico: ayuda a la sanación y regeneración del cuerpo.
- Facilita el sueño: imprescindible para restaurar el equilibrio en el cuerpo.
El equilibrio entre el Sistema Nervioso Simpático y el Sistema Nervioso Parasimpático
El cuerpo necesita tanto del Sistema Nervioso Simpático como del Parasimpático. Como ya se ha dicho, en situación de alerta se activará uno y cuando esta desaparezca se activará el otro. Hasta aquí todo en orden.
El problema surge cuando uno de los dos sistemas se desregula.
En casos de estrés traumático como sobrevivir a una catástrofe natural, la persona se encuentra en un estado de alerta permanente. Y permanecer bajo esta presión y sobrecarga día tras día conlleva a corto plazo ansiedad y tensión continua. En estos casos podemos asegurar que el Sistema Nervioso Simpático está activo constantemente. Está en alerta la mayor parte del tiempo e impide al Parasimpático entrar en escena para contrarrestar.
Después de un acontecimiento tan trágico, y durante las semanas posteriores, el Sistema Parasimpático debe tener la oportunidad de hacer su trabajo. Sin su intervención, es decir, si no dejamos al cuerpo descansar y recuperarse, podemos causar efectos negativos en la salud física y mental.
¿Cómo puede la quiropráctica ayudar a equilibrar los Sistemas Nerviosos Simpático y Parasimpático?
Recordemos que el Sistema Nervioso Autónomo es el encargado de gestionar las funciones involuntarias del cuerpo, como:
- la frecuencia cardíaca
- la digestión
- la respuesta al estrés
- etc.
Por tanto, cualquier desequilibrio entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático puede generar una serie de problemas de salud tanto físicos como emocionales.
¿Qué puede hacer la quiropráctica?
Los ajustes quiroprácticos se enfocan en liberar las tensiones y subluxaciones vertebrales que afectan la columna. Las subluxaciones generan una interrupción en la correcta comunicación entre el cerebro y el cuerpo, impidiendo que el sistema nervioso funcione de manera óptima.
Estas interferencias contribuyen a que el sistema nervioso simpático permanezca hiperactivo y dificultan que el sistema parasimpático haga su trabajo de relajación y recuperación.
Al corregir las subluxaciones mediante ajustes precisos y específicos, se logra un efecto directo en la función nerviosa. Se alivia la presión sobre el sistema nervioso, promoviendo un estado de equilibrio en el que el cuerpo puede alternar de manera eficiente entre la «lucha o huida» y la «relajación y reparación».
De esta manera, se facilita que el sistema parasimpático se active adecuadamente, ayudando a restaurar la calma, mejorar el sueño, reducir la tensión muscular y promover una digestión saludable.
En resumen, la quiropráctica actúa como un catalizador para que el cuerpo recupere su capacidad innata de autorregulación y sanación. Y, por supuesto, también ayuda a aliviar las molestias físicas provocadas por un estrés traumático.
Esto es especialmente crucial después de vivir eventos traumáticos ya que permite que el organismo se recupere. Además recobra su equilibrio natural y previene el deterioro de la salud a largo plazo.Espero que esta explicación te sirva para entender la importancia que tiene unir el estrés traumático y la quiropráctica. Si estás pasando por una angustia extrema o ansiedad severa, solicita una cita a tu quiropráctico de referencia y empieza cuanto antes el camino para recuperar tu bienestar perdido.
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