Cada suceso de nuestra vida nos afecta en mayor o menor medida y se refleja en nuestra salud. Cada uno de estos acontecimientos nos causa “estrés”. En este contexto, los ajustes quiroprácticos regulares ayudan a aumentar la resistencia al estrés.
Dicho de otra forma, a través de la quiropráctica se incrementa la resiliencia para que todo aquello que nos ocurra, afecte lo menos posible a nuestro organismo.
¿Quiere decir esto que los ajustes quiroprácticos nos inhiben de sentir dolor? Por supuesto que no. Pero sí es cierto que contribuyen a una mejor y más rápida recuperación.
Ajuste tras el proceso de nacimiento
La quiropráctica promueve el bienestar general del recién nacido. Los bebés al nacer, poseen un 100% de salud, así como una máxima resistencia y tolerancia. Excepto en casos de enfermedades, por ejemplo, de tipo genético.
Sin embargo, el parto puede ser físicamente desafiante para el recién nacido. La presión ejercida durante el parto vaginal, o el manejo durante la cesárea, pueden provocar traumas. Las tensiones en la columna vertebral y el sistema musculoesquelético del bebé se resienten en este proceso.
Aun así, el cuerpo del bebé tiende a recuperarse con facilidad, se compensa y se adapta. Algo que va mermando a medida que el bebé crece y pasa a ser un infante, luego un adolescente, joven, adulto y finalmente anciano.
La quiropráctica neonatal ayuda a:
- Aliviar tensiones en el cuello y la columna vertebral.
- Promover mejor alineamiento que mejorará el confort y el movimiento.
- Promover un desarrollo neurológico óptimo.
Hay que tener en cuenta que el sistema nervioso y la columna vertebral son de vital importancia para el desarrollo del recién nacido. Los ajustes quiroprácticos optimizan el flujo nervioso y la función del sistema nervioso autónomo.
¿Cuál es la enfermedad del siglo XXI? ¿Qué entendemos por salud en la actualidad?
Sin lugar a dudas, la enfermedad del siglo XXI es el estrés. Veamos su afectación evolutiva.
A lo largo de nuestra existencia, los condicionantes de la vida diaria perjudican la salud de manera progresiva. Esos condicionantes, también llamados estrés, derivan de diversos aspectos a los que todos y todas estamos expuestos. :
Estresantes:
- Físicos.
- Emocionales.
- Nutricionales.
- Situaciones traumáticas y ambientales.
Inicialmente, ante todos estos factores estresantes, la salud presenta cuadros asintomáticos pero, con el tiempo, la resistencia y tolerancia empieza a disminuir.
En ese momento, aunque la persona esté completamente adaptada a esa circunstancia estresante, la tolerancia de su cuerpo es mínima. Es en ese momento cuando se desarrollan procesos de enfermedad en su cuerpo.
Por tanto, si la enfermedad estrella del siglo XXI es el estrés, la concepción de salud es la ausencia de síntomas de estrés. Es decir, que aquello que inevitablemente le acompaña en su vida diaria le afecte en su cuerpo lo menos posible.
Bajo estas circunstancias, la quiropráctica tiene mucho que aportar, pues ayuda a corregir las subluxaciones vertebrales causadas por el estrés. Dicho de otro modo, ayuda a aumentar nuestra resistencia al estrés.
Queda mucho trabajo todavía, pues todavía hoy muchas personas acuden a una consulta quiropráctica cuando los síntomas de su desgaste ya son evidentes. Pero cada vez más pacientes acuden para prevenir, para conseguir que su cuerpo esté mejor adaptado a las circunstancias que les han tocado y les toca vivir.
Aumentar la resistencia al estrés
Rango Fisiológico Adaptativo
¿Qué es la adaptación fisiológica en la ciencia?
La adaptación fisiológica es un proceso corporal interno para regular y mantener un estado de equilibrio (homeostasis).
En este sentido, la quiropráctica nos puede ayudar a recuperar el rango fisiológico adaptativo y fortalecer nuestra resiliencia. A través del cuidado quiropráctico estamos promoviendo la capacidad del cuerpo humano para adaptarse eficazmente al estrés, tanto físico como emocional. Todo para conseguir mantener un estado interno de equilibrio.
4 funciones de la quiropráctica para favorecer la resiliencia
- Reducir el estrés acumulado: Las tensiones físicas y emocionales a menudo se reflejan en la postura y los patrones musculares. Los ajustes alivian estas tensiones liberando energía para adaptarse a nuevos desafíos.
- Optimizar la función del sistema inmunológico: Al mejorar la comunicación neurológica, el cuerpo puede coordinar mejor su respuesta inmunológica.
- Facilitar un rango de movimiento óptimo: Un cuerpo más flexible y alineado maneja mejor las tensiones físicas y previene las lesiones con mayor facilidad.
- Estimular estados de relajación y recuperación: Los ajustes quiroprácticos activan el sistema nervioso parasimpático, así se reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés, fomentando la regeneración.
Un enfoque holístico
La quiropráctica aporta también un enfoque holístico que fomenta el cuidado integral que abarca diversos aspectos fundamentales para el bienestar:
- Educación sobre hábitos saludables (postura, ergonomía, ejercicio).
- Reducción de cargas emocionales y químicas (toxinas o dietas deficientes)
- Promueve prácticas de autocuidado y conciencia corporal.
La filosofía detrás de todo esto es mejorar nuestra calidad de vida y también prevenir enfermedades y fomentar un estado de equilibrio dinámico.
En Quiropráctica Vital promovemos activamente este tipo de enfoque holístico pues favorece el bienestar general. Y además aporta capacidad para ser más adaptable y resistente frente a los desafíos diarios.
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