Muchos de los nuevos pacientes de la consulta dicen alguna de estas frases: “Estoy agotado. Me falta energía y motivación. Duermo mal. Me cuesta arrancar por las mañanas. Hago las cosas sin ganas, incluso las que me gustan.”
En realidad, esta es una buena descripción de una persona que vive «arrastrada». Y, aunque en su fuero interno sepa que esto no es vida, que algo debe cambiar, el día a día hace que lo normalice. Porque cuando el cansancio se vuelve crónico, no nos recuperamos durmiendo y el ánimo se torna frágil, empezamos a pensar que eso es lo normal.
Espóiler: no lo es.
La mayoría de personas que acuden por primera vez a la consulta no lo hacen por curiosidad, sino porque ya no pueden más. Y cuando mejoran, siempre destacan lo mismo: tienen más energía, duermen mejor y se sienten más estables emocionalmente.
Estos 3 beneficios, energía, sueño y estado de ánimo, son, de hecho, los más valorados por quienes reciben cuidado quiropráctico de forma regular.
La clave está en el sistema nervioso. Cuando está sobrecargado, todo cuesta: nos falta energía, el sueño no nos recupera y el estado de ánimo decae. Pero cuando lo liberamos y reequilibramos con ajustes específicos, el cuerpo empieza a funcionar como debe.
En las siguientes líneas te explico con más detalle cómo estos 3 pilares, energía, sueño y estado de ánimo, están profundamente conectados con tu sistema nervioso. Y cómo la quiropráctica puede ayudarte a recuperarlos.
Energía: desbloquea tu energía vital
Esa sensación de pesadez constante, de no tener chispa ni ganas de nada, no es solo “falta de ánimo”. Es un síntoma de que tu cuerpo está usando su energía para compensar desequilibrios internos. Uno de los principales es las interferencias en el sistema nervioso provocadas por subluxaciones vertebrales.
Imagina que tu sistema nervioso es una autopista de información entre tu cerebro y el resto del cuerpo. Si hay atascos o desvíos (bloqueos), todo funciona más lento y con mayor esfuerzo. Esto es lo que pasa cuando hay subluxaciones: el cuerpo gasta energía de más para hacer cosas básicas.
Con cada ajuste, liberamos esas interferencias. Y el cuerpo lo agradece de inmediato. Hay más fluidez, menos tensión, y sobre todo: vuelve la energía. No una energía artificial, sino la tuya, la natural, que estaba atrapada.
Como dice Eva, una de nuestras pacientes: “Desde que Alessandro me ajusta, noto un cambio increíble: duermo mejor, me siento más alineada y con más energía cada día.”
El ajustarse regularmente le ayudó a superar esa falta de energía y motivación que arrastraba desde hacía meses.
Sueño: la base silenciosa de tu vitalidad
Dormir mal te deja cansado y, además, afecta tu concentración, tu humor, tus defensas y tu apetito. Muchas veces creemos que es culpa del colchón o del estrés del trabajo. Sin embargo, la mayoría de ellas, el problema está en que tu cuerpo no consigue entrar en modo reparador.
Esto ocurre cuando el sistema nervioso simpático (el de la alerta, la acción, el de “lucha o huye”) está activado todo el tiempo. Si tu sistema está en modo supervivencia, no puedes descansar profundamente.
La quiropráctica actúa directamente sobre este sistema. Al ajustar la columna, reducimos la tensión física y activamos el sistema parasimpático, responsable del descanso, la digestión y la reparación celular.
Dormir bien no debería ser un lujo, pues es una necesidad biológica. Y cuando vuelves a descansar, todo cambia: más energía, más claridad mental, mejor humor. Además, como efecto rebote, tu familia y tu entorno se benefician de ello y hasta se contagian.
Como dice MyElena75: “Aparte de mis dolores de años solucionados muy rápidamente, he mejorado en energía, sueño y estado de ánimo. Noté una mejora brutal en esa falta de energía y motivación que me tenía bloqueada. ¡Recomiendo 100%!”
Estado de Ánimo: cuando vuelves a sentirte tú
Es fácil pensar que el ánimo es solo cuestión de actitud, pero tu estado emocional depende en gran parte de tu fisiología.
Cuando estás mal dormido, con dolor o agotado, no puedes pensar en positivo ni disfrutar como antes. Simplemente, no puedes.
El sistema nervioso regula tus órganos, músculos y hormonas. También influye en cómo percibes el entorno y manejas el estrés. Si está sobrecargado, todo se ve más oscuro.
La quiropráctica alivia esa sobrecarga. Y cuando tu sistema nervioso se regula, también lo hace tu estado de ánimo. Vuelves a conectar contigo, con tus ganas, con tu calma. Esa falta de energía y motivación que parecía no tener fin, empieza a disiparse.
Alexandra lo resume muy bien: “Me ha mejorado la concentración, la energía y el estado de ánimo. No paro de recomendarlo.”
Falta de energía y motivación. Cuando todo se retroalimenta para peor
Muchas personas no se dan cuenta de que están atrapadas en un bucle. La tensión impide descansar. El mal descanso agota. El cansancio altera el estado de ánimo, y esto genera más tensión. Y vuelta a empezar.
Ese círculo vicioso no se rompe con fuerza de voluntad. Se rompe actuando sobre el sistema que lo gobierna todo: el nervioso. Y ahí es donde la quiropráctica tiene una fuerza transformadora.
¿Qué puedes hacer hoy mismo para empezar a recuperar tu energía?
Mientras das el paso de acudir a consulta, hay pequeñas acciones que puedes poner en práctica desde ya. Empezar a cuidar tu sistema nervioso es también empezar a salir del bucle:
- Respira profundo, varias veces al día. Respiraciones lentas y conscientes activan el sistema parasimpático, el que ayuda a descansar y reparar. Hazlo especialmente antes de dormir o cuando te notes acelerado.
- Observa tu postura. Si estás muchas horas sentado, asegúrate de que tu columna esté alineada. Evita que la cabeza se adelante y los hombros se cierren: esa postura roba energía y genera tensión constante.
- Desconéctate de pantallas al menos 30 minutos antes de dormir. La luz azul, el bombardeo de estímulos y el estrés informativo alteran tu sueño más de lo que imaginas. Crea una rutina de desconexión antes de acostarte: silencio, lectura, luz tenue, respiración.
La quiropráctica como camino para salir del bajón
La quiropráctica no es magia, es ciencia aplicada al cuerpo real. Es devolverle a tu sistema nervioso la capacidad de autorregularse. Es crucial que tu energía, tu descanso y tu estado de ánimo dejen de ser un problema y vuelvan a ser tu base.
Un consejo: No hace falta que llegues al límite para empezar. Cuida de ti antes de que tu cuerpo te obligue a parar.
Si sientes que vives con el freno de mano puesto, que la vida te pasa por encima o que hace tiempo que no te sientes realmente tú… Este puede ser un buen momento para empezar a cuidarte desde dentro.
Aquí te esperamos con un enfoque humano, integral y con mucha experiencia. La falta de energía y motivación pasarán a la historia porque aquí te ayudaremos a reconectar con la versión más vital y motivada de ti.
Tu cuerpo no se ha olvidado de cómo sentirse bien. Solo necesita que le despejes el camino.
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